¿Cirugía o Photoshop? Analizamos qué se esconde tras la última y polémica imagen de Mónica Cruz

Mónica Cruz se encuentra en un gran momento de su vida. A punto de estrenar su nuevo trabajo para la televisión, Madres, la actriz también despunta en su faceta más creativa como diseñadora de joyas para la firma Majorica, para la que acaba de presentar su nueva colección. Una línea de piezas muy personal inspirada en su propia maternidad y para la que ha ejercido como modelo de excepción. Algo que daba a conocer recientemente a través de su cuenta de Instagram con una de las imágenes que forman parte de la campaña promocional y que no ha pasado desapercibida para ninguno de sus seguidores.

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Os presento mi nueva colección que he diseñado para @majoricaofficial … ✨Una colección llena de magia y recuerdos de mi experiencia como madre, que simboliza el vínculo tan especial que existe entre madres e hijas. @majoricaofficial donará 1€ por cada pieza vendida de esta colección para la lucha contra el #cáncer a @fundacion_fero 💕 Disponible en tiendas y online

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Sorprendentemente guapa y rejuvenecida, la hermana de Penélope Cruz presenta una imagen bastante distinta a la de sus últimas apariciones públicas, tanto que, incluso, cuesta un poco reconocerla. Un dato que lleva a hacernos una inevitable pregunta, ¿cirugía o Photoshop? Para salir de dudas, este digital se ha puesto en contacto con la Clínica Médica Estética de la Doctora Barba, quien ha analizado todos y cada uno de los cambios que podría haber experimentado la hermana de Penélope Cruz en su rostro.

“En 2014 parece haberse retocado un poco la nariz y la boca”, señala en conversación con este medio. Sin embargo, la experta apunta que, en un plazo de varios años, Mónica ha experimentado cierto envejecimiento: “a tenor de sus imágenes de 2018, se le ha descolgado un poco el pómulo, ha perdido el óvalo de la cara, tiene arrugas en la frente, patas de gallo y cejas caídas”. Unos signos del paso del tiempo que parece que la madrileña podría haber querido corregir de cara a su nuevo proyecto.

“En la imagen actual ya no tiene el pómulo caído. Por lo que podría haberse rehecho el óvulo de la cara, aumentado los labios, inyectado bótox para subir tanto la cola de la ceja como la parte central, que tiene una excesiva forma de uve invertida. Además, parece que se ha vuelto a estrechar la nariz. También ha recuperado el arco mandibular, por lo que se ha podido someter a minilifting facial de tercio inferior para recolocar toda la cara”, explican desde la clínica a este digital, aunque no descartan que todo se pueda deber a la magia del retoque fotográfico.

Otra de las posibles opciones, que nos señalan es la colocación de tensores de tracción, un tratamiento no invasivo que ha cobrado mucho auge en los últimos años y que reposiciona los tejidos. “No es quirúrgico ni tan duradero como el lifting pero se utiliza muchísimo porque es muy rápido, no conlleva puntos ni cicatrices y tiene una duración de unos dos años. Sea como fuere, la opinión de los expertos es clara: “parece tan retocada que deja de ser natural”. Si quieres juzgar tú mismo la evolución de Mónica Cruz, haz clic en nuestra galería. | [LEER MÁS: El negocio que a los nietos de Franco todavía se les resiste]